La línea que dibuja una barba a las doce del día,
justo cuando el sudor empieza a aparecer.
La redondez de una nariz, lengua de profundos textos,
de ideas buscando un vidrio que estrellar.
Gafas hechas a la medida de una voz.
Una voz que vibra, tiembla el viento
y penetra mi concentración.
Una sombra que habla de más altura,
altura a medir en palabras,
palabras para absorber la duda.
Duda que vive cuando pasa su mirada.
¿Qué historia desprenden sus manos?
¿Qué aroma presagian sus pensamientos?
*
Lo encuentro y
la sombra desaparece:
real es el tacto, real es la piel;
si lo pienso,
la vitrina reaparece.